LEAF AGOUST & HAYDEN SLOAN (D.10) | 75º JDH.

por **Julius Tumblrman** Jue 21 Jun 2012, 05:15

ESCENARIO
C A P I T O L I O
LEAF AGOUST & HAYDEN SLOAN (D.10) | 75º JDH. Hungergamesgirlonfire

Un enorme escenario con una gigantesca pantalla detrás. Hay un camino desde el lateral, que conduce del backstage al escenario. Dos butacas blancas esperan frente al escenario, delante de una inmensa hilera de ruidoso público.

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75º JUEGOS DEL HAMBRE:

"Entrevistas distrito 10."

por Julius Tumblrman.

DATOS OFF-ROL:

Empezará Leaf ya que ha posteado en el backstage, en cuanto postee el presentador in-rol.
En el caso de queder cederle el turno a su compañero para empezar, avisar por PM a Julius.
La entrevista de Hayden empezará cuando postee en el backstage y termine la de su compañero.
Importante leer ESTE post antes de empezar.

por **Julius Tumblrman** Jue 21 Jun 2012, 07:30

Distrito diez, últimos tributos, recta final. Julius exhibió su gran y simpática sonrisa al público, transmitiéndoles en cierto modo ánimo e indicándoles que el espectáculo aun continuaba. Era importante mantener al público alerta y atento, pues los tributos tenían derecho a que todos los patrocinadores se fijaran en todos ellos. A Tumblrman le parecía injusto que los últimos recibieran menos atención, así que siempre hacía más chistes y trataba de evitar que se cansaran o despistaran. Llegados a los tres últimos distritos, el índice de interés perdía bastante también si no resultaba ser una entrevista amena o entretenida.

Julius no sabía si Leaf le iba a dar este espectáculo dinámico que necesitaban, pero intuía por lo que sabía de ella que podrían aportar dramatismo. Eso también gustaba al capitolio, al fin y al cabo era algo implícito en el espectáculo. La comedia y el drama. Sin más dilación, presentó en voz alta a la tributo y fue a recibirla con dos besos. La acompañó de la mano y le señaló su asento, sentándose él posteriormente.

-Bueno, querida, es un placer conocerte. Estás guapísima. ¿Te sientes bien, estás tranquila...? ¿Cómo has llevado estos días de estancia capitoliana y viaje en el tren?-le preguntó amablemente Tumblrman, para luego profundizar un poco más-. ¿Qué te parece el Capitolio, qué impresión podrías comunicarnos? ¿habías estado aquí alguna vez, o tenías curiosidad por venir? ¿te llevarías algo del Capitolio a tu distrito?

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-Aunque puede que te resulte duro, nos interesaría que nos hablaras de tu vida en el distrito. De tu familia, de tu trabajo... ¿te ha resultado muy difícil dejarlos atrás?-Tumblrman tragó saliva, empezando a conmoverse, y notando como el público lo hacía también-. ¿Crees que volverás? Si no volvieras, ¿cuál sería el mensaje para tus hijos? ¿qué quieres decirles?-planteó el presentador, consciente de la enorme carga emocional que tenían sus preguntas. Era espectáculo para el Capitolio, pero le dolía en el alma tener que preguntárselo a ella. Los tributos no tenían la culpa, y aquello no tendría por qué tener lugar.

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-¿Cómo has visto al resto de tributos? ¿te planteas alguna alianza con ellos? ¿Qué piensas acerca del hecho de que este año haya un rango de edad mayor? ¿esperabas que tú y otros de tu edad tendríais que pasar por esto?-le preguntó-. Ante todo, ¿te ves capacitada o con ganas? ¿crees que tienes posibilidades, que te ayudará tu experiencia? Cuéntanos, por favor.

por **Leaf Agoust** Vie 22 Jun 2012, 00:12

Me dieron un leve empujón en la espalda para hacerme subir la escaleras. "La cabeza alta", recordé. La alcé y entré al plató. Los focos me dieron directamente y me sentí tentada a entrecerrar los ojos, mas no lo hice. Tenía que parecer segura de mí misma. Le devolví los dos besos al encantador presentador y me dejé acompañar a mi silla, siempre con una sonrisa en la boca. Era la hora. Tenía que encandilar al público. No me iba a inventar nada; al fin y al cabo, bastante triste era mi historia, ¿no era así? Supongo que como las de todos los tributos, pero yo tenía que darlo todo en las entrevistas, era mi mayor baza. Escuché atentamente a Julius y me acomodé en el sofá para contestar a su pregunta.

- Yo también estoy encantada de conocerte. Mis hijos te adoran, ¿sabes? Sobre todo la pequeña, la tienes encandilada - me giré hacia una de las cámaras - Mira, Lue, estoy con él y tenías razón, es mucho más guapo al natural - sonreí y medité su respuesta. ¿El Capitolio? ¿Comparado con el 10? La verdad es que era horrible. Horroroso. No me había gustado nada. Pero había que mentir - Oh, realmente no podría elegir qué llevarme, Julius. El Capitolio es tan increíble... Nunca había estado aquí, pero siempre me habían dicho que era todo lo que te imaginabas y mucho más. Ahora veo que no exageraban. No podría quedarme con una sola cosa... ¡me gusta todo! Pasaría aquí semanas... meses... ¡años! Y no me cansaría.

La conversación derivó en mi familia. Claro. Era lo más interesante sobre mí, ¿verdad? Tenía que hablar de cómo era mi vida en el 10. De cómo era la vida que estaba a punto de perder.

- Bueno, en realidad, mi vida tampoco es nada del otro mundo... llevo una taberna en el distrito, ¿sabes? No es el trabajo más emocionante del mundo y tampoco el más divertido, pero lo hago con muchas ganas. Es más, te parecerá increíble, pero hará un par de días se presentó allí Aaron, el tributo del 11. No comentaré nada sobre aquel encuentro pero estoy segura de que él no lo recuerda de forma muy nítida, tú ya me entiendes - guiñé un ojo a la cámara y acto seguido me reí. Me pasé una mano por el pelo y transformé mi risa en una sonrisa de medio lado para dar paso al tema de mis hijos - Sobre mis hijos... bueno, si yo no vuelvo, sé que Jason, el mayor podrá ocuparse de todo. Es un chico muy responsable, ¿sabes? Estoy increíblemente orgullosa de él. Sobre la pequeña... bueno, yo sabía que a Lue no le pasaría nada, no estaba preocupada por ella; si hubiera salido en la Cosecha, me habría presentado voluntaria sin dudarlo un instante... Sólo tiene diez años - dejé una pausa. La verdad era que ya les había dicho a mis hijos todo lo que tenía que decirles, pero este era un momento para crear emoción en el público y no lo podía desaprovechar. Los patrocinadores eran mi billete de vuelta a casa - Pero si quieres que te diga lo que pienso... es que no deben preocuparse. ¿Me oís? - pregunté, girándome nuevamente a la cámara - No debéis preocuparos porque mamá va a volver a arroparte cada noche, Lue. Porque volveré a gritarte cada mañana a las 5 para que te levantes a ayudarme, Jason. Y porque saldré viva de aquí, papá.

Aplaudieron. Levanté la vista sin sonreír, tratando de retener las lágrimas. Joder. Sólo era un espectáculo. Sólo era paja, nada de esto era real para los espectadores. El problema era que para mí sí, para mí era dolorosamente real. Cogí algo de agua de la mesa y di un trago. Eso pareció aclararme las ideas. Julius preguntó sobre el resto de tributos. El Vasallaje, alianzas, mi edad.

- Supongo que, como a todo Panem, a los tributos también nos sorprendió la elección del Vasallaje. Evidentemente, serán unos juegos bastante interesantes. Todos los tributos son muy simpáticos, eso te lo puedo asegurar, pero no adelantaré nada. Tendréis que estar atentos al televisor para seguirle el rastro a esta anciana - reí, haciendo chiste de mí misma. Al fin y al cabo, probablemente eso sería lo que todos los espectadores pensarían de mí, ¿verdad? 42 años no es edad para ser tributo. Un tributo debe ser joven y guapo - En realidad, me parece más injusto que niñas tan pequeñas tengan que participar, ¿no crees? Yo, al fin y al cabo, no debería tener tanto que perder, ya he vivido mucho... Pero, ¿sabes? No sé si estaré tan capacitada o tendré tantas posibilidades como el resto de tributos, pero voy a darlo todo. Voy a luchar hasta el último aliento. Porque (y estoy segura de que todas las madres de Panem lo saben) una madre siempre da hasta el último aliento por sus hijos.

por **Julius Tumblrman** Vie 22 Jun 2012, 04:19

Julius escuchaba amablemente a Leaf, asintiendo y sonriendo de vez en cuando. Le hizo especial ilusión que le mencionara a él respecto a sus hijos, y ensanchó aún más su sonrisa cuando les habló a través de la cámara. -Te entiendo-dijo Julius, aunque no era del todo cierto por parte de ninguno de los dos-. El Capitolio tiene tantísimas cosas que incluso los que vivimos aquí aún nos quedan cosas por ver. El presentador siguió asintiendo ante lo que le contaba ella acerca de su encuentro con Aaron y posteriormente la mención a sus hijos. Sin poder evitarlo, le llegaron las lágrimas a los ojos y se las secó distraídamente con un pañuelo que sacó de su bolsillo. Incluso Julius aplaudió cuando lo hizo su público, conmovido, aunque el presentador siempre tenía en cuenta de que lo que se pudiera conmover él y el público tenían ciertos matices diferenciadores. Aunque por lo menos no eran monstruos insensibles del todo.

Finalmente, habló de los juegos y de su postura. A Julius le pareció admirable que, incluso con su edad, tuviera esa voluntad y esa fuerza. Esta vez fue el presentador quien inició el aplauso, que se tornó en atronador cuando le acompañaron todos los capitolianos. -No digas que ya has vivido mucho, todavía eres joven y tienes posibilidades. Mucho ánimo y mucha suerte, de verdad. Antes de irte, y ya que ya has dicho cosas a tus hijos, ¿querrías dirigir algunas palabras a alguien más? nuestro público, posibles patrocinadores, gobierno, gente de tu distrito... lo que quieras, la palabra es tuya.

Una vez hubo finalizado, sonó el pitido de finalización de la entrevista y Julius se levantó, dándole otros dos besos y un ligero abrazo para llegar a desearle en un susurro de nuevo mucha suerte, y que esperaba que volviera sana y salva con sus hijos. Con una sonrisa, la despidió en voz alta ante todo el público de Panem.

por **Leaf Agoust** Vie 22 Jun 2012, 06:52

Asentí, sonriente ante el aplauso que se generalizó. Parecía que al final el público capitoliano tampoco estaba hecho de papel. Pero daba igual; estaban a punto de mirar por sus televisores cómo veintitrés personas morían a manos de otras y esa era su definición de entretenimiento. Por mucho que me gustara que me aplaudieran, no podía olvidarme de que podían comerme en cualquier momento si perdía entereza o seguridad.

- Supongo que ya lo saben todo... A los de mi distrito... espero ser un tributo del que podáis estar orgullosos, e intentaré ganar, lo intentaré con todas mis fuerzas, de veras. Y si alguien tiene el increíble detalle de querer ayudarme cuando esté dentro, en la Arena, puedo asegurarle que haré que valga la pena. Como he dicho, lucharé hasta que no me queden fuerzas por volver con mi familia.

El pitido sonó dos segundos después. Lo había hecho, ya había terminado. A partir de aquí, la suerte estaba echada. La Arena esperaba. Me levanté, aún sonriente, y me despedí del presentador, que susurró en mi oreja. Asentí de forma casi imperceptible y levanté la mano para saludar al público. Después, salí del plató.