Patrick Crowe

Patrick es una de esas personas tremendamente complicadas a pensar de parecer simples.
Siempre dio una equivocada imagen de persona despreocupada e irresponsable, alguien a quien era mejor no pedirle importantes favores o dejarle en puestos que requirieran una constante responsabilidad pero no habría nada que se alejase más de la realidad.
Patrick podría considerarse como una de las personas más maniáticas de Panem, alguien que requiere tener todo bajo control, que calcula hasta el más mínimo detalle y no tolera que la gente se equivoque. Es egocéntrico, altanero y algo bocazas, muy bueno en su trabajo y posiblemente una de las personas más firmes, constantes y persistentes que se pueden encontrar.

Es, sin embargo, alguien que sabe divertirse, bromista cuando la ocasión lo requiere, gran maestro de la ironía y el sarcasmo, especialista en bromas crueles y meter el dedo en la herida.
Es también una persona que disfruta de los cotilleos, le gusta saberlo todo y es considerablemente exagerado. Contradictorio, gusta de ser el centro de atención pero odia las mentiras hacia su persona. Nunca perdonará un artículo que hable mentiras sobre él ni tendrá reparos en desmentir hasta el último bulo hacia su persona.
Nunca tuvo problemas en hablar de su vida privada pero conforme pasan los años va convirtiéndose en alguien más cuidadoso en ese ámbito pues se ha dado cuenta que no todos los que le rodean son tan amigos de que se hable de ellos.
Protector con los suyos, puede llegar a convertirse en alguien agresivo si tocas a alguno de aquellos que son importantes para él, aunque a día de hoy cada vez quedan menos de ellos con vida.
Está bastante afectado por la muerte de su hermana mayor ya que ocurrió delante suya y se culpa a si mismo de no haber reaccionado a tiempo para salvarle la vida y de que la persona que la asesinó se había aliado con ellos por petición de Patrick y se cree responsable de su traición.

Patrick es un hombre de casi cuarenta años con pocos complejos y muy ego. Se considera una persona atractiva y un hombre a quien su madurez le ha sentado estupendamente.
Es de estatura más bien baja, llegando al 1'75 pero no sobre pasándolo lo que nunca le acarreó demasiados complejos a pesar de las constantes burlas que recibió durante su adolescencia debido a su altura.
Su rostro es ovalado con el mentón marcado y la nariz recta. Tiene los ojos castaños, el cabello negro, ondulado, que luce generalmente peinado meticulosamente desarreglado y luce siempre una perilla perfectamente adecentada.

Su complexión es fuerte y sus casi cuarenta años no han hecho que pierda su buena forma física. Tiene las manos grandes, de dedos anchos siempre con una manicura impecable.
Suele vestir de manera elegante, usando principalmente trajes, camisa y corbata y se encuentra cómodo con ellos de la forma en la que alguien se puede encontrar cómodo con el mejor de los pijamas.

La vida de Patrick fue la típica vida que un adolescente podía llevar en el distrito seis, una vida tranquila sin grandes anécdotas.
Sus padres eran un feliz matrimonio que se dedicaba a la construcción de infraestructuras para el estado y los cuales se casaron jóvenes por su deseo de traer al mundo todos los hijos posibles. Dos años después de su matrimonio el primero de sus hijos llegó al mundo en una cálida tarde de otoño, una preciosa niña a la que pusieron por nombre Yleva.
Apenas un años más tarde Patrick llegó al mundo en el mes de junio. Fue un parto difícil del que la señora Crowe nunca pudo recuperarse y que la hizo incapaz de volver a engendrar. Sin embargo esto no fue un problema para los Crowe quienes estaban felices de tener una familia y que volcaron todas sus ganas en la educación de sus hijos.

Ningún miembro de la familia había sido elegido como tributo desde hacía décadas y su padre solía afirmar que la suerte solía estar de su lado de modo que cuando el nombre de Yleva resonó en la plaza cuando la joven estaba apunto de cumplir los diecisiete años la sorpresa fue mayúscula pero no tanto como cuando, segundos más tarde, el nombre de Patrick fuese pronunciado en voz alta por la capitoliana que acompañaba a los tributos de su distrito.
Fue así como los dos hermanos de dieciséis y diecisiete años viajaron hasta el Capitolio para enfrentarse en los Juegos formando una alianza con la chica del distrito tres, una experta arquera, y el chico del distrito ocho, un joven menudo que tenía facilidad para el camuflaje.

La suerte le sonrió durante la mayor parte de los Juegos, formando parte de una alianza fuerte y astuta que consiguió acabar con gran parte de sus contrincantes y de cuyos miembros solo uno falleció en los primeros días, la chica del tres, victima del veneno de un dardo lanzado por la tributo del distrito siete a quien Patrick se encargó de cortarle la cabeza apenas tuvo ocasión de hacerlo.
Llegado el momento en el que solo su alianza y un tributo solitario del cinco quedaban en pie el propio Patrick planeó una ataque al chico del cinco que falleció a manos de Yleva.

Justo en el momento en el que Yleva atravesaba el pecho del chico con una lanza el tributo del ocho, supuesto aliado de los hermanos, se lanzó a matar a la joven. Patrick reaccionó con ira y sin pensar se avalanzó sobre el chico acabando con su vida pero siendo también demasiado tarde para su propia hermana.
De esta forma, Patrick se proclamó ganador de los Juegos y nuevo mentor de su distrito.