Gary C. Avner

Gary es un tipo alto, delgado y aunque no lo parezca bajo las ropas está un poquito fibrado, tiene muy poca grasa corporal. La justa generada cuando trabaja o estudia. Tiene varios tatuajes que marcan su cuerpo, de piel más blanca que una hoja de papel (con tendencia a enrojecerse bastante con el roce de la ropa). Pelo corto y de color negro profundo, leve tono azulado al sol. Tiene las manos llenas de pequeñas quemaduras y rozaduras por eso de juguetear con cables que no debería.

Gary Nació el 10 de febrero el seno de una familia de clase media del distrito tres, nunca se ha quejado de la vida que le ha tocado vivir y no le molesta tener que trabajar de vez en cuando para ayudar en casa. Al igual que su hermana su vida no ha sido demasiado complicada y ha tenido una buena educación. Sus padres llevan toda la vida trabajando en las fábricas de electrónica y tecnología avanzada para el Capitolio. Al contrario que su hermana, Gary estaba al corriente de todo lo que hacían sus padres al trabajo. Ya sea por cotilla/cabezón o porque consideraban que él debía saberlo.

No están para caprichos tontos en la casa, ya que alguna que otra vez han tenido la cosa difícil para pasar el día, aunque los amigos de la familia, honrados fueron capaces de prestar ayuda cuando la necesitaban. Gary ayuda con pequeños trabajitos informáticos desde que es consciente de que eso ayuda a la economía familiar, a pesar de que nunca se lo ha comentado a su hermana, a la que le hace creer que son proyectos de propia idea.

Suele picarse con su hermana pequeña, porque de tanto en tanto desaparecen las cosas de su cuarto y aunque aún no ha conseguido pruebas de ello, está convencido de que es ella la que se las roba. Aunque debería pensar en el futuro, no es algo que le tiente mucho, ya que prefiere pensar en algo más alegre como el presente y sonreír juguetón a aquella rubia que pasaba por delante de su ventana mientras se cambia de ropa… o al fortachón que hace gimnasia por la mañana en un solar que pasa cada día para ir a clase.

HISTORIA TRAS LOS JUEGOS

Pues Gary ha asumido finalmente su responsabilidad como mentor de los Juegos del Hambre, aunque muy a regañadientes. Odia el trabajo y sabe que algunos de los últimos suicidados han sido sus propios tributos a los que no sabe inculcar el valor suficiente para luchar por su vida. Cosa que es normal, porque en ningún momento él luchó por la suya, si no por la de su hermana.

A parte de esta faceta "profesional". Con su brazo mecánico no se lleva demasiado bien, hubiera preferido no tener brazo aunque le obligaron a ello, la verdad. De todas formas cree que es útil para algo y a veces le cuesta controlarlo. Cuando le sacan de sus casillas suele reaccionar algo violento y la conexión con sus nervios, que no es perfecta le juega malas pasadas y aplasta cosas, por ahora no a personas.

Relacionado con su vida personal, Gary ha continuado viéndose con Lieve, a pesar de que él ha perdido la lengua. April, en un alarde de amabilidad que el muchacho agradecerá eternamente les ha dado la vencidión para que pudieran verse y eso han hecho. Cuando visita el Capitolio siempre aprovecha la oportunidad de visitar al muchacho y tener encuentros privados en los que disfrutar de su secreta y prohibida relación.

En su Distrito, no habla con sus padres. Él le culpa de que Six no volviera sana y salva a casa y ella no entiende cómo Gary se siente, por lo que aunque intenta mantener una relación cordial, no funciona demasiado. También, allí en su Distrito, Gary ha logrado sobrevivir sin volverse loco gracias a Calypo, su mejor amiga y confesora, que ahora se ha venido a vivir con él a su casa en la Aldea de Vencedores. Si no hubiera sido por ella y Lieve, nunca hubiese aguantado todo ese tiempo.

Gary apoya a los rebeldes, ha oído que hay algo organizado, pero no puede meterse en ningún tipo de trama con ellos por miedo a que lo puedan descubrir y acaben haciéndole daño a sus seres queridos. En sus pequeñas visitas al Capitolio, además de los encuentros furtivos con el avox, lleva desde el principio buscando a su hermana. A la que no ha logrado ver nunca todavía, pero que está completamente seguro que la transformaron en avox, al igual que al muchacho tatuado con el que se ve a escondidas.