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AMBIENTACIÓN.
La guerra ha transformado a Norteamérica en el país de Panem, dividido en doce distritos controlados por el tiránico Capitolio. Los Juegos del Hambre obligan a dos jóvenes de cada distrito a luchar por su vida en un espectáculo televisado con único vencedor.
Tras los suicidios de algunos tributos en las últimas ediciones de juegos, los distritos se han comenzado a organizar para una rebelión contra el capitolio. Los cabecillas de la revolución reparten el boletín rebelde, un folleto anónimo que apuesta por la revolución, y en el distrito 13 las fuerzas del ejército se preparan para una guerra inminente. Sin embargo, en el Capitolio, donde todavía persiste la emoción de los recién terminados 79 Juegos del Hambre, extreman las medidas de seguridad y jugarán todas sus cartas para que los rebeldes no se salgan con la suya.
Tras los suicidios de algunos tributos en las últimas ediciones de juegos, los distritos se han comenzado a organizar para una rebelión contra el capitolio. Los cabecillas de la revolución reparten el boletín rebelde, un folleto anónimo que apuesta por la revolución, y en el distrito 13 las fuerzas del ejército se preparan para una guerra inminente. Sin embargo, en el Capitolio, donde todavía persiste la emoción de los recién terminados 79 Juegos del Hambre, extreman las medidas de seguridad y jugarán todas sus cartas para que los rebeldes no se salgan con la suya.
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Hans Michael Terrence Vadulacke || I.D.
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Hans Michael Terrence Vadulacke || I.D.
HISTORIA Cuando creció, comenzó a ir a la escuela, donde nadie lo conocía por que él antes de eso no salía a la calle ni a la playa ni a ningún otro lugar. Todos lo miraban raro y les parecía interesante y misterioso, pero él se mantenía alejado del resto porque no tenía idea como interactuar con los demás. Así adquirió poco a poco su personalidad egocéntrica e individualista, pero a la vez, con una gran carencia afectiva. Cuando tenía la posibilidad de socializar con alguien, se mostraba cariñoso, comprensivo y acogedor, pero si se llevaba mal con esa persona, no dudaba en sacar a relucir su lado más déspota y despectivo. Ese mismo año comenzó a entrenarse para los Juegos del Hambre, donde adquirió una musculatura fuerte y un cuerpo fibroso y fornido. Llegó a ser de los mejores de la Academia por su esfuerzo y su dedicación con el ejercicio, ya que lo veía como una manera de desestresarse y de aumentar su ego. Las mujeres comenzaron a lloverle, y como la carne es débil, cayó en las muchas tentaciones que lo abordaban. A los quince años ya era todo un galán, y había aprendido muchas tácticas de seducción, además de convertirse en una persona más dulce, sensible y tierna de lo que era antes; pero no siempre lo deseaba mostrar con orgullo a los demás. Los años pasaron, y Hans no fue escogido en Los Juegos del Hambre. Eso quitó un peso de sus hombros, pero otra preocupación lo abordó. ¿Qué haría ahora con su vida? Tenía dos opciones: seguir los pasos de su padre en la empresa o convertirse en Agente de la Paz. También podría haberse hecho Sanador, Profesor u otra cosa, pero lo descartó de inmediato porque no era lo suyo. La empresa de su padre le daría poder y dinero, pero no reconocimiento. Su ego le llevó a optar por ser Pacificador, a pesar de que sus ideales distaban mucho de los del Capitolio. Las féminas le seguían cayendo a goterones, pero ya se estaba agobiando con su acoso. El ser Agente de la Paz le daba esa sensación de poder y reconocimiento, al tener que protegerlas y ser un hombre joven, guapo y fuerte. Pero le faltaba la atención de alguien. Le faltaba que los de su mismo sexo lo observaran, y es por esa razón comenzó a preocuparse. Siempre había sido el centro de atención, pero nunca se dio cuenta que mientras las mujeres se derretían a sus pies; los hombres no lo miraban e incluso se burlaban de lo que hacía. Entonces comenzó a hacer un doble esfuerzo para captar la atención de los varones también. Hizo más ejercicios para tener un cuerpo envidiable, y comenzó a ir a fiestas, ignorando a las chicas que lo asediaban. Así una noche conoció a un chico rubio que también estaba solo, pero era mucho más escuálido que él. Hicieron contacto visual y el otro le guiñó el ojo. Era la oportunidad de hacerse ver con los de su mismo sexo. Se acercó y le invitó una copa a la vez que charlaban. La cosa se fue dando, y sin que Hans se diera cuenta, acabó desnudo frente al chico en su departamento. Hizo que el rubio gimiera y se arrodillara tal como lo hacía con las mujeres; y eso también le gustó, por lo que quiso probar más. Se volvió un hombre mucho más promiscuo y abierto; haciéndose llamar una máquina sexual. Por otro lado, sus padres ya habían muerto, y a pesar de ser un Agente del Capitolio, seguía estando en desacuerdo con sus prácticas, ya que mientras hacía su trabajo, se había dado cuenta que mucha gente sufría al mismo tiempo que él vigilaba que todo estuviese en orden. Las personas morían de hambre cada día en los Distritos, y cada año, veintitrés familias perdían a sus miembros. La parte más caritativa en él se hizo presente, y desde su posición de poder, se enteró de que una rebelión estaba pronta a estallar. Se contactó con los líderes Rebeldes, y prometió ayudarlos. No sabía cómo, pero lo haría. Nadie sospecharía de él, por ser un Agente, y es que ni él estaba seguro de porque lo estaba haciendo. Sin embargo, su razón era muy potente, aunque no quisiera admitirlo. Una noche que patrullaba su distrito encontró a un pequeño niño entre las ruinas de un bote. Se acercó a él y lo tomó en sus brazos preguntándole que pasaba. El niño le contestó que sus padres habían perecido después de semanas sin tener alimento, ya que todo se lo daban a él, pero tampoco iba a resistir mucho tiempo más con vida si no recibía ayuda. Corrió lo más rápido que pudo hasta su casa, pero uno de sus compañeros lo detuvo y amenazó con acusarlo. ¿Qué acaso los Agentes de la Paz estaban para ayudar? ¡Pues no! No era así, y recién ahí se dio cuenta. Los “Pacificadores” existen para introducir el miedo en la población; el rigor y la amenaza de que el Capitolio puede hacer cualquier cosa que desee con ellos. Hans debió decirle que dejaría al niño morir, pero antes de que eso sucediera, lo llevó donde una vieja señora del Distrito que lo podía cuidar hasta que aliviara. Desde ese momento, Hans prometió que intentaría ser menos egocéntrico, y que se preocuparía más por las desgracias ajenas; que intentaría ayudar a todos los que lo necesitaran, pero sin dejar de lado aquella máscara inquebrantable de Agente del Capitolio. Desde niño se crió con esa sensación de ser el único que importaba, pero a medida que iba creciendo y afrontando la realidad, se dio cuenta que el mundo estaba lleno de injusticias y malos tratos a la gente que no lo merecía. Su lado ególatra decía que eso era correcto, y que a él no debería importarle; pero su lado generoso le hizo abrir los ojos y tener la necesidad de hacer algo por aquella gente. Se convirtió en Agente de la Paz por obligación prácticamente, y desde ahí pudo darse cuenta de más y más cosas que no le agradaban. Ahora pretende desde el poder, actuar para los dos bandos; recibir información del Capitolio y llevársela al Distrito 13, a la vez que capta a más personas que quieran unirse a la rebelión. Lo único que espera es que su plan funcione y nadie lo encuentre. De lo contrario, sus días están contados. | lo básico Nombre: Hans. Segundo nombre: Michael. Apellido paterno: Terrence. Apellido materno: Vadulacke. Apodos Han, Cejas, Terrence. Distrito: Cuatro. Fecha de nacimiento: 03/06. Edad: 27 años. Horóscopo: Geminis. Orientación: Bisexual. Ocupación: Agente de la Paz.
FÍSICO
Alto, musculoso, fornido y fuerte. De rasgos varoniles, cejas prominentes, nariz aguileña y labios gruesos. Piel tostada y cabello castaño claro. De ojos vigilantes y marrones. Tiene bastante pelo en todo el cuerpo y se deja crecer una pequeña barba. Su cuerpo es atlético y se mantiene bien debido a su trabajo. PSICOLOGÍA Dulce y protector, agradable y encantador. Hans es un hombre seductor, de un discreto encanto con un cierto aura de misterio. Busca agradar y ser bien considerado por los demás, lo que puede traducirse por una preocupación por su apariencia, como por una necesidad de seducir. Asimismo, se preocupa mucho por su entorno, con el que necesita estar en armonía aunque tenga que poner mucho de su parte. Se destaca cuando se encuentra en la posición del que consuela, sostiene o se hace cargo. Es de los que valorizan las responsabilidades. Sin embargo, si su entorno no privilegia el sacrificio y lo toman por narcisista o infantil, tranquilamente puede tomar el camino inverso, el del egoísmo y no hacerse cargo de sí mismo. Hans a menudo es perfeccionista y a veces maniaco, si bien esta tendencia solo se expresa claramente en algunos ámbitos de su vida. A veces querrá que pongan una especial atención en sus vestimentas, o manifestará sus escrúpulos de una manera más o menos sofocante. Sus exigencias pueden aparecer en la esfera profesional, donde no se permite ninguna falla, mostrándose además, con respecto a sus colegas o subalternos, particularmente exigente y autoritario. Hans es independiente, apasionado por la novedad y el cambio. Tiene un gran nerviosismo, que expresa mediante la necesidad de moverse, por el gusto por los viajes, la velocidad o los cuestionamientos. Lo atrae la aventura y esto puede provocar un itinerario un poco anárquico o marcado por numerosos virajes. Su actividad es desigual, íntimamente ligada a su motivación. Oscila entre hiperactividad, desdén y pereza. De niño, Hans fue educado con flexibilidad y firmeza. Realmente no es bueno valorizarlo demasiado, y aun menos halagarlo, ya que tiene demasiada tendencia a la autosatisfacción. En cambio, necesita amor y equilibrio. Es un individualista al que le gusta mandar, dirigir y tomar las riendas de su destino. Es ambicioso e idealista, busca brillar, proyectarse y obtener el primer puesto. Generoso, capaz de tener gestos nobles, lo cual no excluye cierto egocentrismo. La vida sentimental y el placer ocupan un lugar importante en su vida: Es un seductor. No siempre se caracteriza por su fidelidad, gracias a su afamado encanto. Autoritario y despótico en la relación de a dos, se siente plenamente satisfecho si su pareja le profesa una admiración sin límites y si se la expresa a menudo. Puede ser muy tierno si se lo propone. |
Hans M. Terrence- AGENTE DE LA PAZ. DISTRITO CUATRO.
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Re: Hans Michael Terrence Vadulacke || I.D.
Pide tu trabajo para que te pongamos el rango y color de agente de la paz.
Winter H. Mözßein- PRESIDENTA DE PANEM.
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Mar 05 Jul 2022, 03:23 por Ariadne Rusrtenber
» Holiiiz...Nueva tributo aqui :D
Dom 23 Ago 2015, 23:37 por Proinnteach Munro
» Deion Schnitzler
Dom 23 Ago 2015, 23:33 por Proinnteach Munro
» Klaha Razz.
Dom 23 Ago 2015, 23:33 por Proinnteach Munro
» ≡ DOS AÑOS DESPUÉS...
Dom 23 Ago 2015, 23:31 por Proinnteach Munro
» ≡ SUBIR DE EDAD.
Dom 23 Ago 2015, 23:30 por Proinnteach Munro
» Jessica L. Pinaud [incompleta]
Dom 23 Ago 2015, 23:29 por Proinnteach Munro
» ≡ PIDE TU RANGO.
Dom 23 Ago 2015, 23:21 por Proinnteach Munro
» mis dibus
Lun 24 Nov 2014, 13:36 por Gabriella-Phantomhive
» Holaaa, soy nuevo :)
Sáb 04 Oct 2014, 06:26 por Nicholas D. Jane
» ¡Hola Hola!
Sáb 04 Oct 2014, 04:14 por chicoaeseg15
» El último que postea, ¡gana! [V. 03]
Miér 30 Jul 2014, 03:07 por Nydia Harclay
» Fuck, date o pass [V. 05]
Sáb 26 Jul 2014, 06:53 por Helle Ehle
» Hi!
Sáb 26 Jul 2014, 06:42 por Helle Ehle
» Ponle enemigo al de arriba.
Sáb 26 Jul 2014, 05:50 por Helle Ehle
» ¿Esto o aquello? [V. 03]
Sáb 26 Jul 2014, 05:49 por Helle Ehle
» Coloca en una casa de Hogwarts al PJ de arriba
Sáb 26 Jul 2014, 05:48 por Helle Ehle
» Los Juegos del Hambre: VENGANZA (continuación Sinsajo)
Sáb 21 Jun 2014, 12:42 por sam everdeen
» Ponle pareja al de arriba [V. 05]
Miér 21 Mayo 2014, 11:37 por Matt Dennison
» Alguna vez has...
Jue 15 Mayo 2014, 06:12 por Marly