Jedian Riverside & Savannah Donahue (D.10) | 74º ½ JDH.

por **Julius Tumblrman** Miér 21 Dic 2011, 04:00

DISTRITO 10 ENTREVISTAS
En cuanto hayan posteado Jedian A. Riverside & Savannah Donahue en el Plató Entrevistas, empezará este rol.

Nota: En el caso de postear primero la chica del distrito, empezará también el rol para no retrasar.

(Ha posteado Savannah, así que enseguida hago el post para empezar ^^).

por **Julius Tumblrman** Miér 21 Dic 2011, 11:50

Último tramo de las entrevistas, tocaban los tres últimos distritos. Como había estado pensando hasta ese momento el presentador, le parecía un poco injusto que la atención se disipara de los últimos tributos, por lo que hacía pausas, bromas y mantenía al público despierto y activo todo el rato. No convenía en absoluto que todos aquellos posibles patrocinadores no dieran las mismas oportunidades a todos los tributos por igual, cosa que Julius obviamente deseaba. De todas maneras llegaba un tributo que atraía mucho la atención de todos, un Riverside, y una chica cuyos rumores de ciertas relaciones con otro tributo en el tren habían sido motivo de cotilleos múltiples. Julius se recostó en el sillón de cuero negro que había en el frente del escenario para las entrevistas y empezó a hacer ruidos de animales, lo cual el público entendió entre risas que significaba la llegada del turno del distrito 10. Levantándose de un salto, el presentador trotó hacia Savanna Donahue, su próxima por entrevistar, y se acercó lentamente con los ojos entrecerrados hacia su cara para lamerle un poco la mejilla, apenas sin tocarla realmente.

—Vale, eso ha sido desagradable, ¡pero espero que menos que un lametón de una vaca!—bromeó Julius limpiándole un poco con la manga a ella—. Ruego me disculpes, querida, ¡te vi tan irresistible con ese vestido que da gracias que no me entró complejo de tigre y me lancé a quitártelo!—añadió, riendo—. En fin, acompáñame al frente, si eres tan amable—le dijo, adelantándose y sentándose él mientras se aclaraba la voz y esperaba a que ella se saludara y se sentara—. Bueno bueno, Savanna, poco sabemos de ti excepto rumores, y todos estamos ansiosos por conocer más de ti. ¿Qué podrías contarnos de ti, de tu vida en tú distrito, de tu cosecha y de todo lo que te ha ocurrido hasta ahora?

por **Savannah Donahue** Jue 22 Dic 2011, 05:45

Las entrevistas dieron comienzo, empezando según el número del distrito y entrevistando primero a las chicas. Sobra decir que estaba nerviosa. Lo estaba hasta tal punto que me veía capaz de vomitar en los pulidísimos zapatos del presentador, Julius, cuando éste me hiciese la primera pregunta.

El programa llevaba un ritmo vertiginoso, cada vez se acercaba más la hora de que yo, Savannah Donahue, del Distrito 10, fuese presentada a todo Panem. Mi mentora me había aconsejado sobre cómo actuar frente a Julius, el público, los futuros patrocinadores y en resumen, a todo el país. Sus palabras habían quedado grabadas a fuego en mi mente, sabía cómo tendría que hablar, moverme y expresarme para atraer a todos los patrocinadores posibles. Aunque sabía que era inútil, desde que subí al tren tenía asumido que iba a morir en la arena. Igualmente, lo intentaría, para no defraudar a mis padres y no ser una carga para Iker, el cual dicho sea de paso, acababa de terminar su entrevista, por lo que me tocaba a mí.

Observé cómo Julius Tumblrman se acercaba a mí con esa peculiar manera suya de moverse. No tenía muy claro aún el por qué, pero me caía bien. Conocer cada año a veinticuatro jóvenes, de los que sólo sobreviviría uno, no tenía que ser nada fácil. Así que, cuando estuvo a la distancia acertada, me levanté, haciendo que la rubia cabellera me hiciese cosquillas en la espalda. Había pensado en un saludo cordial y educado pero con un toque de humor, aunque como ya me avisó mi mentora, Julius se encargó de eso. Me llevé nada más y nada menos que un lametón en la mejilla. Compuse una mueca de asco algo cómica, siguiendo una vez más los consejos de la mentora de los tributos pertenecientes al Distrito 10. Suerte que su lengua apenas rozó mi rostro, supuse que a través de la televisión parecería de lo más auténtico.

—Soy de lo más afortunada en estos instantes, ¡cualquiera se lleva un lametón, así, regalado! –que alguien me explicase de dónde había sacado ese sentido del humor, porque desde luego que mío no era. Yo, acostumbrada a pasarme los días y las noches llorando, haciendo chistes. Parecía imposible. Menos mal que todo era una táctica y sólo me haría falta usarla durante las entrevistas.

Así pues, seguí con mi táctica y esbocé una bonita sonrisa ante su broma, soltando una leve carcajada. Estaba tan acostumbrada a no reírme que dudé bastante si lo había hecho correctamente. Le seguí, como me pidió, sin borrar esa falsa sonrisa de mi rostro y alzando un poco la mano para saludar al público. “Tienes que dar una imagen de niña pequeña y buena, que parezca que ha sido enviada por error a los Juegos,” seguí al pie de la letra las palabras de mi mentora, confiando ciegamente en ella.

De todas formas, no estaba acostumbrada a pasear con vestidos largos y tacones altísimos, por lo que mi tarea de dar esa imagen se vio algo dificultada. Aún así, supe apañármelas.
Una vez me hube sentado, procurando no estropear ni arrugar el vestido, empezó a asaltarme con preguntas. Tengo que reconocer que eso de que habían circulado rumores relacionados con mi persona me había pillado totalmente desprevenida, me sobresaltó. Intenté camuflar esa sensación mientras buscaba una buena respuesta. Tenía que ser buena porque, básicamente, tenía que ser yo quien salía ganando de esa entrevista. Si la respuesta era precipitada, Julius le “daría la vuelta” o le buscaría otro sentido para despistarme y congraciar al público.

—Te habrán dicho esto millones de veces, Julius, pero mi vida es de lo más corriente y sin ningún ápice de extraordinaria –no sabía si debía de tratarle de usted, pero al final me decanté por lo que más representaría a alguien de uno de los distritos más pobres de Panem. No es que fuésemos maleducados, pero no se podía comparar a alguien del Capitolio con alguien del Distrito 10. —Como ya te he dicho, mi vida no es nada del otro mundo. Como, duermo (quizás más de lo normal) y voy a clase como todo hijo de vecino. Alguna que otra vez, ayudo a mis padres con su trabajo, a los que les debo muchísimo –la sonrisa se había esfumado de mi cara a una velocidad terrorífica, y ahora tenía los ojos puestos en un punto fijo, perdido en la nada. —El día de la Cosecha fue… no recuerdo como fue. Pasó todo tan rápido que todo ha quedado como borroso, inconexo. Recuerdo estar frente al Edificio de Justicia, y de repente… de repente todo el mundo me estaba mirando. No sé en qué estaba pensando justo en ese instante, pero cuando me pude dar cuenta me vi empujada por muchas manos hacia el estrado –gesticulaba con las manos, aún sin fijar la vista en los ojos del presentador. Llegados a este punto no pude evitar sonreír e incluso emitir una carcajada. —Bueno, estoy segura de que todos sabéis como fue ese momento –y tanto, lo habrían repetido mil y una veces en la televisión, hasta que todos se supieran de memoria mis movimientos. Suspiré y reanudé mi monólogo. —Si realmente quieres saber algo de mí, Julius, igual te interesaría el hecho de que a veces me da por gritarle a la luna cual lobo abandonado. Y quien dice gritar dice cantar, o hacer el intento. Lo cierto es que tampoco hago mucho más, me limito a existir. O me limitaba, mejor dicho –volví a sonreír, esperando que mis padres, desde casa, pudiesen verme como alguien que afrontaba su futuro de cara y no como alguien que se da por vencido enseguida. —Ahora que te he contado yo esto… ¿qué me dices tú de esos rumores? –esbocé una sonrisa pícara, como si siempre hubiese estado dibujada en mi cara. A mis ojos, me estaba comportando de una manera irreconocible, todo lo contrario a lo que acostumbraba a decir y hacer. El caso es que de verdad que me interesaban esos supuestos rumores, y estaba de que ese comentario daría bastante juego a la entrevista. Julius se divertiría.

por **Julius Tumblrman** Jue 22 Dic 2011, 13:21

Enseguida supo Julius que Savannah haría su papel a la perfección. Seguramente toda aquella simpatía era pura fachada recomendada por alguien, y sin duda aquello iba a funcionarle para agradar al público. A Julius desde luego que le agradaba, pues le ponía las cosas mucho más fáciles para ayudarles. A alguien simpático y que se dejaba llevar podía conducirlo por mejores camino que con otras actitudes que resultaban más reacias a dejarse llevar y que por lo tanto no sólo constituían más problemas, sino que solían ser más independientes a la hora de tratar al público y solían equivocarse tratando ciertos temas que no sólo no hacían sentir bien a los capitolianos, sino que no agradaban al gobierno. Pero Julius no los culpaba, al menos no del todo. Él mismo se equivocaba a veces al tratar al público y los tributos, pero todos ellos debían saber que criticando al Capitolio no les iba nada bien, los ataques a ellos nunca eran positivos. Pero en fin, también entendía que lo hicieran. Demasiada rabia acumulada contra ellos y una ocasión idónea para soltarla (aún encubierta) cuando ellos ni siquiera tenían demasiado que perder, por lo que podían arriesgarse a hacer comentarios como aquellos. De hecho, todos los años abundaban tributos así, rebeldes por naturaleza. Y Julius los apoyaría abiertamente si no fuera porque sabía que tenían las de perder y que hacer eso no les iba a dar mucho resultado (más que demostrar su carácter, lo que daba puntos para ganar).

Julius rió cuando casi agradeció su lametón, haciendo un gesto como para que le quitara importancia al hecho de que había recibido un "lametón deluxe" del carismático presentador. Escuchó con interés el relato de detalles de su vida, interviniendo en algunos momentos para pedirle que ampliara un par de cosas o para demostrar que la escuchaba atentamente, haciendo algún chiste por lo bajo que hacía reír de nuevo al Capitolio. De hecho, la entrevista estaba siendo tan dinámica y divertida que iba como la seda. —Créeme, bonita, eres más especial de lo que piensas—le dijo Tumblrman guiñándole un ojo. —Sí, de hecho todos estábamos mirándote ese señalado día de la cosecha. Debió de ser muy duro para ti—dijo Tumblrman apoyándola mientras le tocaba ligeramente el hombro—. Tu vida, como suponíamos, es realmente fascinante. Se nota que eres muy especial, querida, de verdad. Respecto a tales rumores... ¡esperaba que pudieras contarme tú al respecto!—rió Julius—. De hecho, me gustaría que nos contaras un poco acerca de... tu vida social. Ya sabes, relaciones con tu familia y amigos... e incluso... ya sabes, sí tal vez hubiera alguna relación con algún tributo en especial... no digo que sepamos algo de ti y ejemErikejem...—dijo, mirando a las cámaras y al público con complicidad mientras sonreía.

por **Savannah Donahue** Vie 23 Dic 2011, 03:34

Realmente deseaba que el Capitolio y todo Panem se tragaran mi actuación. Jamás había sido la persona más indicada para fingir cosas que no eran ciertas, como las sonrisas falsas que aquella noche brillaban en mi rostro previamente maquillado. Además, mi inseguridad me decía que, al menos el presentador, me había pillado. Pero no me preocupo, o no demasiado. Como pocas veces en mi vida, estaba completamente segura de que no era la primera vez que Julius pillaba a un tributo fingiendo ser otra persona. Evidentemente, él se limitaba a “seguirle el rollo”, destapar la auténtica personalidad de un tributo durante las entrevistas sólo le restaría emoción a los Juegos en sí.

Mi autoestima agradeció enormemente sus comentarios. Al fin y al cabo, no todos los días una es vestida con un precioso vestido negro y maquillada como una capitoliana. Podía decir, por primera vez en diecisiete años, que me sentía guapa. Y los comentarios del presentador sólo hacían que mi ego subiera hasta las nubes.

—Ni lo dudes, jamás había pasado por algo igual –comenté, por lo bajini. Recordar la despedida de mis padres me rompía el corazón en mil y un pedazos, causándome unas ganas horribles de llorar. Pero las retuve, como había hecho durante los últimos años cuando no podía dar una imagen de niña llorona. Aunque en realidad lo fuese.

No voy a negar que su pregunta me pillara totalmente desprevenida, otra vez. Al principio, cuando dijo eso de vida social, supuse que se estaba equivocando de tributo. O que quería burlarse de mí. Pero deseché esa idea cuando segundos más tarde, cuando “disimuladamente” coló el nombre de mi mejor y único amigo en la conversación. Carraspeé un poco para aclararme la garganta y poder dar una respuesta decente, mientras que mis manos se revolvían de manera nerviosa.

—Soy hija única, así que sobre mi familia no te puedo contar mucho. No tengo ningún hermano o hermana al que cuidar o adorar. Mis padres han sido y siempre serán los mejores, eso no lo voy a negar, les quiero muchísimo. Y sobre lo otro que dices… –puse cierto énfasis en la palabra “otro” mientras buscaba alguna manera de seguir hacia delante. En cuanto a mi vida social sí que no le podía engañar. Y si encima, se había enterado de que conocía a Iker antes de ser tributo… mal íbamos. O peor. A esas alturas no me extrañaba que hubieran puesto cámaras en los baños del tren y de ahí que se hubieran enterado de que el chico me besó. Ya sabía por dónde iban los tiros. —Digamos que conozco a uno de los tributos que hoy están aquí. Y que no es Jedian, de mi mismo Distrito –comencé. Me temblaba ligeramente la voz. —Como habrás adivinado, ya conocía a Iker antes de ser elegida como tributo –mis inseguridades me estaban cobrando factura, apenas hablaba en susurros, aunque gracias al micrófono que llevaba incorporado el público me estaría escuchando.–Durante mucho tiempo, él ha sido mi mejor amigo… y lo sigue siendo. Por no decir que ha sido el único –estaba tan avergonzada que en vez de sonrojarme, sin proponérmelo, sonreí. –Y bueno, ahora los dos estamos aquí –volví a clavar la vista en su mirada capitoliana, esperando que no preguntase más al respecto, aunque algo dentro de mí me dijo que iba a seguir hurgando en el tema. No era suficiente para el público, aún no.

por **Julius Tumblrman** Sáb 24 Dic 2011, 02:13

Julius supuso que la tributo no se esperaba que tuviera cierta información por los gestos y por experiencia. No era el primer año que los tributos, creyendo que no habían sido vistos por cámaras, hacían cosas que no saldrían a la luz. Obviamente, el Capitolio no permitía esos momentos de intimidad. A Julius le sentaba en cierto modo mal y no hacía preguntas de cierta información que le daban, como que los tributos habían llorado o habían intentado suicidarse, que había pasado en varias cosas. Eso no era bueno preguntárselo a los tributos en directo, ni mucho menos. Sin embargo, sí que podía sacársele partido a relaciones con otros tributos, alianzas, anécdotas... todas captadas por personal del tren o del centro de entrenamiento o por micros y cámaras ocultas. Pocas zonas de intimidad tenían los tributos una vez en el Capitolio, de hecho, aunque no se emitiera toda esta información. Empezó a hablar de su familia, dejando los detalles que no creía que supieran los capitolianos, y finalmente sí que aludió a este tema. Julius notó que le incomodaba, aunque el presentador no pensaba que más que la revelación de su intimidad, su relación con él -a pesar de ser de otro distrito- poco podía afectar.

Imágenes de Iker se alternaron en la pantalla mientras Savannah hablaba de él, y a la vez lo hacía Julius. —Bueno, ya nos temíamos que era muy especial para ti, bonita. No hay nada malo en tener un amigo de otro distrito, así que tranquila. Bueno, aunque ya sabemos el inconveniente de tener que ir a los juegos, lo cual es muy triste—dijo Julius con un deje apenado en la voz acompañado de un suspiro generalizado del Capitolio—. En fin, si dices que sólo sois amigos me lo creeré—dijo Julius alzando una ceja y mirando al público con complicidad—si no ya lo comprobaremos—bromeó finalmente, riendo. —Bueno, nos queda poco tiempo, así que simplemente podría preguntarte qué esperas de estos juegos. ¿Crees que tienes posibilidades? ¿qué harías si ganaras, aparte de deslumbrarnos con tu belleza un año más? ¿te gustaría hacer alianzas, que ganara otro tributo...?

por **Savannah Donahue** Sáb 24 Dic 2011, 04:17

Me alegraba, en cierto modo, de que no hubiese indagado más sobre el tema. Pero por otra parte sabía que no se tragaba mis palabras. Estaba fingiendo en casi todo y él me había calado, pero lo que dije sobre Iker era total y completamente cierto. ¿Que no le había contado todo? También era cierto, pero eso, técnicamente, no es mentir. No es que me preocupase demasiado, con el tiempo había aprendido a lidiar con las opiniones de los demás, pero esta vez era a gran escala. No eran sólo las opiniones de los chicos de mi clase, no. Ahora se trataba de todo el país. Incluso de aquellas personas, los patrocinadores, las únicas personas que podían hacer algo para ayudarme a sobrevivir una vez que estuviera dentro de la Arena. Por un lado, esperé haber pasado totalmente desapercibida para los capitolianos. Pero por otro lado, y justamente por culpa de los patrocinadores, esperé que vieran mi comportamiento más como una estrategia que como mi verdadera forma de ser. Y así se lo hice ver a Julius, o lo intenté.

Coreé sus risas antes de responder. —Todos los tributos tenemos posibilidades, estoy segura de que todo Panem está al tanto de eso. Cierto es que hay algunos tributos con más posibilidades que otros… pero todo se verá en la Arena. Yo sólo te digo que lucharé con garras y dientes –utilicé una sonrisa algo malévola, en la que se mostraban todos y cada uno de mis dientes, para terminar la frase. Suspiré. —Si gano, ¡me compraré un látigo y te convertirás en mi esclavo! -reí, tras hacer un cambio un poco radical en mi comportamiento. —No, en serio, si gano me gustaría volver a mi Distrito y con un poco de suerte, ser tan buena mentora para los tributos como la mía lo es para mí –mentí, como en gran parte de la entrevista. Si yo ganaba significaba que Iker había muerto, por lo que me pasaría el resto de mis días auto-torturándome por ello. Nunca podría perdonármelo. —No tengo muy claro aún el tema de las alianzas, aunque si lo tuviese claro no te lo diría, evidentemente –reí, bromeando. —Lo que sí tengo claro es que si a mí me pasa algo y no salgo viva de los Juegos, me encantaría que ganase Jedian, mi compañero de Distrito, o Iker, como cabe esperar –una última sonrisa se dibujó en mi rostro, esperando que Julius me dejase volver con los demás tributos sin hacer más preguntas, que mi actuación acabase ahí, por el momento. —Supongo que es el momento de la despedida, ¿no?

por **Julius Tumblrman** Sáb 24 Dic 2011, 04:56

Julius escuchó la última parte de la entrevista complacido, dado que por suerte Savannah había puesto las cosas fáciles tanto para él como para sí misma. Seguro que todos se llevaban muy buena impresión de ella, cosa que le encantaba y era el propósito principal de Tumblrman. Muchos tributos al final de sus entrevistas se atrevían a soltar alguna cosa en contra del Capitolio, pues sabían que el presentador poco podría hacer ya el respecto para encubrirlo o cambiar de tema. Era como hacer una salida dramática, incontrolada, rebelde. Julius siempre ponía mala cara cuando le hacían eso: se sentía traicionado, como si todo el esfuerzo y la satisfacción que había hecho para evitar eso mismo se esfumara en pocos segundos. Pero no fue el caso de la tributo del distrito once.

—Desde luego y después de escucharte, preciosa, todos creemos que tienes posibilidades. Si ganas, me comprometo a ser tu esclavo, definitivamente—dijo él, riendo y siguiéndole la broma. Asintió a todo lo que dijo, entiendiendo sus propósitos, los que tenían la mayoría de tributos. Julius sabía que ella se guardaba muchas cosas para sí, pero seguramente la mayoría del público ni lo hubiera notado. De hecho había manejado muy bien todo lo que quería decir y cómo quería actuar, y decía mucho de Savannah. Ella misma anunció la despedida, y en ese momento sonó el timbre que daba a la finalización. Se levantaron y Julius la abrazó, acariciándole la espalda. —Bueno, Savannah, que sepas que me ha encantado hablar contigo y que a todos nos ha gustado mucho tu entrevista—dijo, mientras el público respondía con aplausos—. ¡Despidamos con un fuerte aplauso a Savannah Donahue, deseándole lo mejor para estos juegos!

(Off: Savannah puede postear su despedida. Pasamos a le entrevista del siguiente tributo).

Riverside. Ese apellido resonaba en la cabeza de Julius como hubiera estado escuchando a Frank N. Further gritándolo en ese momento. Se acordaba de Mortak, de cómo lo había visto entre bastidores, no siendo él presentador pero sí colaborando en la producción de las entrevistas. Le había dado mucha pena aquel chaval, y encima ahora y poco tiempo después otro Riverside corría el riesgo de correr la misma suerte. Se oyó un murmullo generalizado sabiendo la entrevista que seguía, con la cara de Jedian Riverside siendo enfocada en la pantalla gigante de detrás de los tributos. Sonriendo con tristeza, Julius se acercó a éste y le tendió una mano para levantarle de su asiento, al tiempo que le cogía de la cintura y fueron bamboleándose hacia el sofá situado al frente del escenario. Sentándose, Julius miró fijamente a Jedian a los ojos mientras el público murmuraba e incluso empezaba a sollozar por la mala suerte de los Riverside. Suspirando, Julius empezó la entrevista.

—Bueno bueno, Jedian Riverside. Todos recordamos tu apellido, pues en nuestra memoria está fresca la trágica historia de los Riverside y del pobre Mortak, tributo de los anteriores juegos. ¡Es recordarlo y ponerme sensiblero!—reconoció Tumblrman, sincero, al contrario que muchos otro capitolianos cuya pena era pasajera, mientras que para el presentador permanecía anclada en su corazón—¿Cómo habéis estado tú y tu familia los últimos meses? ¿te esperabas tener que ir a la arena en su lugar?

por **Jedian A. Riverside** Lun 26 Dic 2011, 07:25

Sin darme cuenta mi entrevista comenzó. La mano de Julius la aceptó gustoso mientras comenzaba a caminar hacia el sofá temblandose. Si, esa situación le hacía temblarse. El estar sentado delante de millones de personas con mas de veinte focos apuntando a su cara y un trio de cámaras grabandole no hacía mas que recordarle que dentro de nada sería papilla. No sabía exactamente si había sido por esto pero Julius me agarró por la cintura, a lo mejor pretendía tranquilizarme. La verdad es que no sabía exactamente como pensana Julius. Lo que sí sabía es que Julius no era como el adorado/odiado Frank N. Furter. Este presentandor parecía querer hacer relucir a cada tributo, por muchos defectos que tuviera. Comenzaba a pensar que era el unico capitoliano que merecía la pena tener por amigo.

Una vez nos hubimos sentado me centré en la mirada de Julius. Sabía que no podría afrontar estar mirando a un público y unos cuantos focos mientras respondía mis mas intimas preguntas. Y la pregunta terminó por llegar. Me tomé mi tiempo para contestarla jugando con mis pulgares como si fuera un niño pequeño.

-Ehmm...-comenzé dubitativo-Bueno, clara-claramente hemos estado mal...mis padres sobretodo-confesé-mi hermano y yo intentamos hacer como si nada hubiera pasado aunque en el fondo cuando nadie nos escuchase llorasemos su pérdida. Sé que si no hubiera sido por mi hermano sobretodo no podríamos haber seguido hacía delante...-concluí en casi un susurro. Después vino la siguiente pregunta-La verdad es que parece un poco irónico pero deseaba por encima de todo que mi hermano no saliera elegido por eso cuando su nombre no salió elegido no pude más que alegrarme hasta...hasta que me di cuenta de que había salido yo-dije riendome de manera nerviosa-de todas formas a pesar de no esperarmelo me alegro de que él no haya salido elegido, debe de cuidar de mis padres...

por **Julius Tumblrman** Mar 27 Dic 2011, 04:13

La historia del Riverside, como suponía Julius, seguía conmocionando al público. Mientras el chico no culpara directamente al capitolio, por mucho que en realidad tuviera la culpa, todo iría bien. Julius casi lloró, como el resto del público, al escuchar el relato del chico. Todavía tenían muy fresca la historia de Mortak, lo trágico de ésta, al menos en los juegos —Ten en cuenta que te apoyamos, Jedian, en todo—dijo Tumblrman, oprimiéndole el hombro para transmitirle su apoyo mientras el público sollozaba. —Según nos cuentas, la muerte de Mortak te ha hizo sentir muy solo y desgraciado. ¿Has intentado suplir esa pérdida con alguien especial que no conozcamos… o sí?

por **Jedian A. Riverside** Mar 27 Dic 2011, 07:48

Asentí levemente al escuchar las palabras de ánimo de Julius sin duda afectadas por todo e relato que había contado. Alcé mi mirada hacía sus ojos escuchando sus palabras y comencé de nuevo a jugar con mis dedos pensando que decir, buscando alguna respuesta para ganarme al público pero la única que había era la verdadera y única. Suspiré comenzando de nuevo a hablar.

-Desde luego...Mortak por así decirlo fue mi único amigo-comenté mientras se me quebraba la voz en las últimas palabras-Obviamente no...el vacío que dejó Mortak no lo podrá rellenar ninguno de los habitantes de Panem. El era..único-dije tras un tiempo buscando la palabra que había tenido delante durante tanto tiempo-La pérdida de mi hermano siempre estará ahí siguiendome en las noches de pesadillas hasta que no viva más...que por lo visto será pronto-concluí en un deje de pesimismo. Lo veía todo muy díficil, nunca ganaría contra otros veintitres tributos

por **Julius Tumblrman** Mar 27 Dic 2011, 09:27

—Lo sentimos mucho, Jedian, de verdad. —contestó Julius con sinceridad—. Sé que no es fácil para ti seguir hablando del tema, así que intentaremos mezclarlo con algunas cosas relacionadas con tus juegos. ¿Qué piensas, por ejemplo? acerca de los vínculos en la arena? Crees que son positivos para formar alianzas y ser más fuertes o que a la larga dan problemas y mucho sufrimiento, como ocurrió con Mortak y Delian? Por otro lado, ¿te ves con capacidad de ganar y en cierto modo vengar a tu hermano? ¡Aunque seguramente venganza no sea la palabra adecuada, claro!—dijo Tumblrman, consciente de que había metido la pata. ¿Venganza contra el capitolio? ¿Cómo había dicho aquello? Seguramente no se lo tendrían en cuenta, pero a Jedian sí. El presentador siemplemente miró al Riverside con un deje de advertencia en su mirada.

por **Jedian A. Riverside** Mar 27 Dic 2011, 11:54

Negué con la cabeza, en un gesto de que no se preocupara por lo que había dicho con relación a lo de Mortak. Escuché su pregunta y nuevamente me dispuse a hablar:

-En mi caso pienso que tener alguien a mi lado no puede hacer nada mas que beneficiarme. Con lo patoso que soy sería mucha suerte que alguien se aliara conmigo. Y sí, pueden ser como un arma de doble filo: te pueden ayudar a vivir pero también te puedo crear problemas y sufrimiento por eso de coger cariño a quien defiendes....

La segunda pregunta me confundió, no por la pregunta en sí sino por la cara discreta con la que Julius me había mirado. ¿Acaso iba la entrevista mal? Hasta que lo comprendí todo, nos habíamos metido en terreno pantanoso. Tragué saliva lentamente mientras pensaba bien mis palabras.

-No, nunca me he planteado la posibilidad de ganar...como ya dije soy muy torpe, desgracias de la vida-comenté riendome de mi mismo a la par que me miraba a los pies como echandoles la culpa a ellos-y claro que no. Él murió porque no supo defenderse....creo que el problema viene de familia-comenté riendo de nuevo.

Entre risas alcé una ceja suavemente mirando a Julius a la espera de saber si lo había hecho bien o la había cagado aún más.

por **Julius Tumblrman** Jue 29 Dic 2011, 01:14

Julius miraba a Jedian fijamente, convencido de que comprendía que el asunto no podía írseles de las manos. Pronto y viendo como el tributo bromeaba, el presentador se relajó y se rió también ante la broma de Jed. —¡Esperemos que tú tengas más suerte, en ese caso!—rió también Tumblrman, mientras el público se relajaba y se reía también aunque muchos siguieran enjuagándose las lágrimas. Por su parte, Julius miró al Riverside y asintió casi imperceptiblemente con la cabeza mientras le sonreía, indicándole que habían salvado aquella situación con éxito. En pocos apuros se veía Tumblrman por error suyo, pero este había sido uno de ellos. En aquel caso, sorprendentemente, el que había ayudado al otro había sido el tributo y no él, como acostumbraba a intentar cuando alguno se iba de la lengua. Se escuchó el aviso de final de la entrevista, y Julius se levantó mientras animaba a Jed a hacerlo también y le pasaba una mano por los hombros. —Desgraciadamente no tenemos más tiempo para disfrutar de la compañía de el adorable y atractivo Jedian Riverside, ¡que no he tenido tiempo ni de piropearte! Creo que todos estaréis de acuerdo conmigo en que le deseamos mucha suerte y ánimo para que le vaya genial en la arena. ¿No es así, Panem?—preguntó Julius al público, recibiendo una ovación en respuesta, incluso se veía a alguno que se ponía de pie. El presentador terminó abrazando al tributo y susurrándole "ten cuidado, Jed, estamos contigo" fuera de todo micrófono. Se separaron, Julius le sonrió de nuevo y le indicó con una mano que podía volver a su asiento.