Anders es fresco, innovador y a veces demasiado calculador. A menudo hace supuestas locuras o tienen comportamientos que hacen pensar a los demás el escaso control que tiene sobre su vida, su falta de madurez y otras cosas que distan mucho del verdadero Anders quien planea las cosas según vayan ocurriendo. Sabe que los imprevistos existen y que puede que en el momento menos pensado la situación de un vuelco y en tal caso él debe saber bien donde debe sujetarse para no caer y perder todo por el camino.

Le gusta bromear, es directo y a veces sarcástico, le gustan las fiestas y los eventos públicos pero prefiere mantenerse tras las cámaras y focos. Él escribe las noticias pero no es noticia y espera no serlo nunca. Es una persona discreta en ese ámbito, que prefiere mantenerse en el anonimato y que lo que pase de puertas para dentro de su casa se quede en su casa. Es, por tanto, muy cuidadoso con su comportamiento en público, tiene mucho cuidado de no realizar ningún escándolo o escena que pueda convertirse en una noticia sobre él.
Se comporta de una manera amable, cordial y respetuosa con las personas que cree importante, sobretodo con los ganadores de Juegos y diversas celebridades del Capitolio pues nunca se sabe cuando necesitará de ellos para conseguir información válida para sus artículos.

Le gustan las mentiras siempre que sea él quien las diga. Si preguntas por ahí sobre el pasado de Anders Knaelere posiblemente encuentres diez versiones distintas de la infancia y adolescencia del reportero, desde que es familia lejana de la presidenta hasta que sus padres le adoptaron y llevaron al Capitolio cuando sus padres biológicos le abandonaron en su distrito de nacimiento. Es sencillo, Anders jamás te contará su pasado, no cree que sea de importancia y si le preguntas comenzará a dar rienda suelta a su imaginación y cualquier cosa podrá salir de sus labios.

Su relación con los Juegos es más bien de amor-odio. Le encantan los Juegos en si mismos y todo lo que puede salir de ellos pues al fin y al cabo ha sido criado de esa forma, sin embargo conforme pasa el tiempo ha ido siendo incapaz de ignorar el desagrado que genera en los habitantes de Panem. Ya no se cree que el comportamiento de los tributos profesionales sea el general en Panem, sabe que los miembros de los distritos no consideran que los Juegos sean una oportunidad de demostrar su valía y de formar parte de la historia pero es tan consciente de la responsabilidad moral que aceptar eso conllevaría que ha preferido enterrarlo en lo más profundo de su memoria.