Vestidor del distrito 12.

por **The Hunger Games** Mar 22 Mayo 2012, 08:34

VESTIDOR DEL DISTRITO 12.
C E N T R O . D E . R E N O V A C I Ó N

Es una sala doble separada por una puerta móvil,
así que sirve para los dos tirbutos del distrito.

por **Trevor Kalehan** Dom 17 Jun 2012, 02:54

El viaje en el tren me ha dejado algo cansado, pero sé que lo que venía ahora va a ser mucho más pesado. Ya hemos llegado al Capitolio todos los tributos. Y ahora a todos nos toca ir al centro de renovación, conocer a nuestros estilistas y dejar que se encarguen de nuestra apariencia personal para estar espléndidos esta noche en el desfile. En todos estos años de mi vida nunca he prestado mucha atención al los desfiles y a los Juegos en general, pero tengo entendido que casi siempre vamos de mineros o cosa por el estilo. Excepto el año pasado, que Katniss y Peeta tuvieron sin duda los mejores trajes que nadie haya visto. ¿Y este año? ¿Tendremos Rho y yo la suerte de ir bien vestido, o tendremos que ir ridiculizando a nuestro distrito?

Abro la puerta del vestidor del 12. Rho entra antes que yo y corre a la otra parte de la sala, detrás de una puerta móvil. Sacudo la cabeza negativamente. No hemos hablado nada, no quiere dirigirme la palabra y me fastidia que lo haga. Así jamas conseguiré que se una a la alianza que quiero formar. Me siento en uno de los sillones de la parte de la sala que me corresponde y espero impacientemente que mi estilista aparezca.

por **Adele Taylors** Lun 18 Jun 2012, 06:54

Adele entró en el vestidor mirando el reloj, tenía el tiempo justo para arreglarlos a los dos y que quedaran perfectos para las carrozas. Al mirar la habitación solo se encontró con el chico, la chica estaba al otro lado aunque ya había mandado allí un equipo para que la tuvieran lista para cuando ella llegara.
La morena miró al chico y le sonrió. -Bienvenido Trevor, yo soy Adele tu estilista- Se predentó tendiendole la mano a forma de saludo.
Se dirigió al sofá y se sentó esperando a que el la siguiera, quería enseñarle lo que llevaría para escuchar su opinión antes de ponerse manos a la obra ya que en cuanto comenzaran con la preparación esto se llenaría de gente pintando, vistiendo y demás.

por **Trevor Kalehan** Lun 18 Jun 2012, 07:43

El tiempo transcurre y aquí no aparece nadie. Me estoy poniendo nervioso porque tampoco he visto a mi mentora todavía. Ni a Effie. Ni a nadie que me explique un poco cómo va todo esto. Es más, estaba tan aburrido que me he paseado por el edificio acompañado de dos agentes de la paz. Al principio se negaron a mi petición de dar una vuelta pero tengo ese don de convencer a la gente. Así que he tenido la oportunidad de fijarme en detalles que ni había visto cuando hemos llegado por ir tan absorto en mis pensamientos.

Personas con pestañas larguísimas, con el pelo de tonalidades que pensaba que no existían, bigotes de gato, uñas imposibles, ropas que jamás había visto...Y todos corriendo de aquí para allá, supongo que en días tan importantes como hoy todos deben andar algo extresados. También he contemplado el edificio. Su estructura es increíble, mucho más grande de lo que en un primer momento me había parecido. La mezcla de colores y muebles hace que todo parezca como de ensueño. Es fantástico. Es como estar en un bosque explosivo de majestuosidad, belleza y riqueza. De lujo allí donde mires. De formas extrañas, de objetos desconocidos. Todo un mundo para descubrir y explorar si tuviese más tiempo.

Tiempo. Esa palabra acaba en mi mente de un modo u otro. ¿Dónde está todo el mundo? Incluso Rho que está en la habitación contigua parece no existir. Creo que queda poco para el desfile y no estoy arreglado ni tengo traje. Me levanto del sillón y deambulo por toda la habitación con los brazos cruzados. ¿Qué pasaría si un distrito no sale en el desfile? Pero no va haber respuesta posible para esa pregunta. Un grupo de estilista entran y sin hacerme caso se dirigen a donde está Rho. Detrás de ellos aparece una chica morena, vestida como las demás personas del Capitolio pero algo menos extravagante y suspiro de alivio. Ella debe ser mi estilista, ¿no? Me lo confirma cuando se presenta.
-Soy Trevor, encantado.- le estrecho la mano y me siento en el sillón que hay en frente de donde ella se ha sentado- - ¿Y, bien? ¿Crees que puedes sacar algún provecho de mí?

por **Adele Taylors** Lun 18 Jun 2012, 08:12

La estilista sonrió y se encogió de hombros -Bueno eres un adefesio no se como podría dejarte presentable- Negó con la cabeza y soltó una pequeña carcajada -Será facil trabajar contigo, aunque estoy pensando hacerte mechas rojas como a tu compañera de distrito- Comentó mirando el pelo negro del chico.
Sin más se levantó y fue al armario a sacar el traje de Trevor para colgarlo fuera. -Ese es tu traje, no pensaba haceros ir de mineros ya está demasiado gastado eso- Le señaló con la cabeza el traje y se acercó a la otra parte del armario para sacar un maletín lleno de maquillaje de todos los colores, texturas y formas posibles.

Ven a sentarte aquí así empiezo con tu maquillaje- No le iba a maquillar demasiado, solo le daría luminosidad a su rostro para que pareciera que este brillaba y algún que otro retoque para que a la vez pareciera oscuro y misterioso.

por **Trevor Kalehan** Lun 18 Jun 2012, 09:10

Abro los ojos como platos al oír mechas rojas. No voy a negarme a nada de lo que mi estilista o cualquier persona encargada de mi supervivencia y me presentación me digan. Pero, por favor, ¿cómo voy a ir con el pelo tintado?

Cuando saca el traje me sorprendo a mí mismo levantándome a prisa por verlo. Una camisa plateada aunque es un plata tan suave que da la impresión de que es transparente. Esta adornada con diminutos diamantes. El pantalón tiene como una serie de escalas de colores que van desde el rojo a el amarillo. Puede que al moverme salgan llamas o al menos de la impresión de que voy ardiendo. Me gusta. También tiene una capa del mismo tono que los pantalones y creo que está hecha de diamantes.
-Buen trabajo. ¿Voy a llevar llamas o algo por el estilo? -le sonrío de forma agradable mientras me pide que me acerque para maquillarme.
Me siento donde dice y sin rechistar ni abrir el pico dejo que aplique maquillaje por toda mi cara.

Off: rolea otro más, te contesto y ya roleo el desfile que si no, no me da tiempo Smile

por **Adele Taylors** Lun 18 Jun 2012, 09:53

Adele se rió sin poder evitarlo y le despeinó un poco el pelo -No pongas esa cara no te teñiré el pelo, aunque creo que tu cara habría sido digna de una foto- Le miró sonriendo divertida mientras comenzaba a maquillarle la cara de un tono más claro que su piel para darle luminosidad.
-Bueno la idea es que de el efecto de llamas cuando se mueva, se veran bastante reales desde las gradas- Comentó concentrada en el maquillaje del moreno ya que estaba añadiendo algunos toque oscuros bajo sus ojos.
La verdad es que agradecía que estuviera tan quieto y que no se quejara por lo que le proponía aunque fuera un disparate total y no estuviera de acuerdo con eso.

por **Abraham C. Everdeen** Miér 04 Sep 2013, 02:48

El viaje en tren me ha dejado muerto, literalmente. Aunque para el corto viaje me han pasado muchas cosas, la mejor, sin duda, Dauphine. ¿La volvería a ver? Seguro que sí. Pienso todo esto mientras me tiro en la especie de sofá-cama que hay en el vestuario. Ay, que relax. Noto que el tacto del sillón no es igual debajo mía que alrededor. ¡El traje! Me levanto de inmediato para verlo, cierro los ojos, los abro para recibir una mayor sorpresa y ¡pum! Vaya, ¿eso me lo tengo que poner? ¿Qué clase de atuendo es ese? Parecen unas medias, pero con lugar para los brazos y el tronco del cuerpo. Una especie de maillot. Lo primero en que me fijo es que representa a un minero...¡Qué original! *ironía*. Todos los años los tributos del 12 van igual, con trajes negros e intentando representar mineros. Como ya intuía, el traje es negro; aunque tiene unos detalles (como cintas) de un color rojo anaranjado. Sí, el fuego. El carbón. El Distrito 12. La vestimenta viene acompañada por un gorro con la típica linterna minera, eso no podía faltar. Nunca falta. ¿Y yo cómo me pongo eso? Si se debe de pegar como cola al cuerpo. Espero que alguien me ayude a ponérmelo, misión imposible si lo intento yo solo. Me vuelvo a acostar en la cama, de repente alguien me despierta de mis pensamientos. Un avox, o quizás un/una ayudante de la estilista.

-¡¿Aún así?! Chico, como no te apures no llegas. Dúchate anda, hay que acabar lo antes posible.

Según el trato está claro que tiene que estar relacionada con mi preparación. Sin conocerla, obedezco y me dirijo a la ducha. Ella me acompaña hasta el baño del vestuario. ¿Me tiene qué acompañar hasta para ducharme? ¡Qué vergüenza! Me quedo en calzones y la miro, con una mirada como de ''estoy incómodo, ¿sabes?''. Debió de entenderme porque salió del lugar al hacerlo. Me meto en la ducha y enciendo el grifo. ¡Ay, qué placer! El agua caliente recorre mi piel... Tras enjabonarme y lavarme me quedo algo más en la ducha, lo poco que me queda de vida hay que aprovecharlo... Salgo y me enrollo en una toalla. Me seco y abro la puerta para dirijirme hacia la ayudante. ''Ya estoy'' le digo. Me da señas para que me apure, parece enfadada, quizás tardé demasiado. Las pasamos canutas para ponerme ese traje. Y eso que tiene cremallera... Después de un largo tiempo ya consigo meter las piernas y el resto del cuerpo. La estilista me cierra la cremallera de la espalda y me mueve hacia en frente de un espejo. Ella realiza un gesto como de alivio y de orgullosidad. ¡Realmente estoy muy guapo! Sonrío. La ayudante se despide de mí y sale del cuarto para dejarme solo. Me quedo observándome de arriba a abajo en el espejo, ¡se me marca el pene! No lo había pensado antes... Pero este traje es realmente ajustado, se nota cada parte de mi cuerpo, cada músculo, cada volumen... Quizá al Capitolio le guste. No lo sé, pero quiero acabar esto cuanto antes. Para mi sorpresa no me cuesta moverme, debe estar hecho con una tela muy fina y flexible. ¡Mi estilista es una genio! Cojo el gorro y me lo coloco en la cabeza sigilosamente para no despeinarme. Abro la puerta y vuelvo a sonreír. Espero a Rhea, ¿cómo será su traje? Ya no hay vuelta atrás. Mi misión es encandilar al Capi, empieza el juego.

por **Rhea C. Auttenberry** Vie 06 Sep 2013, 09:35

Para Rhea, el día termina siendo peor de lo que esperaba. Cuando la llevan al Centro de Renovación, la separan de Abraham, cosa que no le molesta mucho, y la dejan sola en una sala donde hay una camilla. Sabe que tiene que desnudarse, pero tarda diez minutos en decidirse a hacerlo. Al parecer, quien sea que vaya a prepararla, respeta su indecisión, hasta que se tumba y cierra los ojos. Llegan de todas partes con sus cabellos extravagantes y sus pieles de colores, pero la chica de doce no dice nada. Deja que la depilen y murmuren, sabiendo que están pensando que no hay nada que puedan hacer para que esté guapa, e intenta dormir. Pero no lo consigue. Los constantes tirones para arrancarle la mata de pelo que crece en sus piernas y sobacos la hacen quejarse y gruñir todo el rato. Cuando todo ha terminado y se dedican solo a limpiarla y untarle cremas, Rhea cree que ha pasado años tumbada en esa camilla.

Al levantarse, casi no nota el culo. Han tenido la decencia de darle una bata semi-transparente y de dejarla sola para que se dirija hacia le vestidor del distrito doce con mínima dignidad después de ser despojada de la mitad de su vello corporal, como mínimo. Cuando llega ahí, Abraham ya está vestido y la estilista, sin tiempo, se disculpa y deja paso a una maquilladora que la ayudará a vestirse. Tienen preparado para Rhea un vestido que no va para nada con ella y, cuando lo ve, se le cae el mundo a los pies.

Una camiseta ceñida que muestra toda su tripa la espera, junto a una especie de pantalones muy cortos y un poco altos, del mismo color negro ceniza. Una peluca de colores fogosos, junto a una especie de sombrero negro, descansan encima del diván, junto a unas piedras y a una especie de pegamento. Joder, vaya mierda. Se pone las piezas de ropa, consciente de que le quedan escandalosamente mal, y deja que la maquilladora, sin decir nada por culpa de la falta de conversación de la tributo, vaya enganchándole las piedras por las piernas. Al parecer irá descalza. Es raro, pero vale. Los peor viene cuando tiene que ponerse la peluca. Un montón de pinzas por su maravilloso pelo corto, con la intención de domar su rebelde cabello, se le vienen encima, seguidas de esa especie de gorro negro y de una peluca que parece que arde. Sobretodo más después de que la chica le tire un spray de llamas, o algo así.

- Estoy horrible. - declara fatídicamente Rhea, mirándose al espejo, sin que nadie se lo discuta. La ropa le aprieta demasiado y deja a la vista unas lorzas que preferiría no compartir con el mundo. Siente que hay demasiado trozo de su culo al descubierto, recalcando la incomodidad que le produce su cuerpo, y que todas sus piernas flácidas serán vistas por millones de personas la horroriza. La peluca no se sujeta bien y queda ridícula. Lo único que la favorecen, quizás, son las pierdras y, sin duda, la idea de dejarla descalza no será favorable ni para ella ni para su compañero de distrito, que tendrá que aguantar su desagradable olor de pies. - Qué mierda. - murmura y, con resignación, se deja acompañar por los Agentes de la Paz hacia una inevitable pérdida de su preciada y discreta dignidad.